Puedes disfrutar jugando con tu hijo, pues ya debe tener ciertas destrezas con las manos y los dedos, es capaz de interactuar con los demás y le encanta sonreír y que la gente le sonría.
Los juegos del escondite y de los deditos, que generación tras generación se le enseñan al nuevo bebé que se integra a la familia, no sólo entretienen al niño, sino que además, mejoran las destrezas de trato social; enseñan conceptos como la permanencia de las cosas; la coordinación de palabras y acciones; la habilidad de contar y las destrezas lingüísticas.
Si no te acuerdas de ninguno conoce aquí en qué consisten estos juegos para bebé, elige algunos de la siguiente lista y aprende cómo llevarlos a cabo.
El escondite, ¿dónde está?
Cubre tu rostro y di: “¿Dónde está la mamá? (o el papá). Luego te descubres la cara y dices: “Pajarito feo, desde aquí te veo”. Debes repetir muchas veces este juego porque el niño nunca se cansa.
Aplaudir
Toma sus manitos y se las mueves para que aprenda a aplaudir, mientras tanto, le cantas una canción.
Los deditos
Toma el dedo pulgar del pie o de la mano y empiezas a decir: “Este dedito compró un huevito”, y pasas al siguiente, “éste lo cocinó”. Luego, “éste lo peló”, en el cuarto dedo: “éste le puso sal”, y finalmente “éste gordo y pícaro se lo comió”, mientras le haces cosquillas.
Ojos, nariz, boca
Toma las manitos de tu bebé, y toca con ellas los ojos, la nariz y la boca. Tienes que nombrar cada una de estas partes y cuando llegas a la boca, le das un beso.
A la rueda, rueda
Este juego lo puedes practicar cuando tu hijo haya aprendido a caminar. El niño junto con otras personas se toman de las manos formando una rueda. Todos giran mientras cantan: “A la rueda, rueda, que alguno se queda… yo no, yo no, yo no”, con estas palabras, todos se caen al suelo.